A partir de 2035, en la Unión Europea, dejarán de venderse coches nuevos de gasolina o diésel. Esta decisión ha acelerado el cambio en toda la industria, obligando a repensar cómo deben ser los vehículos del futuro. Y eso va mucho más allá de electrificar los motores: se trata de crear soluciones que sean sostenibles, pero también seguras, eficientes y preparadas para las necesidades reales del día a día.
Con este objetivo nace Ecomovil’23, un proyecto de I+D en el que colaboran CT Ingenieros, UNVI Carroceros, Endurance y ADN. Forma parte del programa PERTE-VEC, impulsado por el Gobierno de España para acelerar la transformación digital y ecológica del sector de la automoción y adaptarlo al nuevo ecosistema de movilidad.
El proyecto se centra en un tipo de vehículo que cada vez tiene más protagonismo en las ciudades: los vehículos 100% eléctricos ligeros y conectados para transporte urbano de pasajeros. Ecomovil’23 busca desarrollar tecnologías que permitan mejorar su eficiencia operativa, aumentar la seguridad y facilitar un mantenimiento más inteligente, todo ello a partir del análisis avanzado de datos.
CT Ingenieros, responsable del desarrollo tecnológico, ha liderado el diseño de una arquitectura capaz de recoger y procesar grandes volúmenes de datos generados por sensores instalados en el propio vehículo. Estos datos reales, complementados con datos sintéticos generados con motores gráficos, se utilizan para construir gemelos digitales de los principales componentes mecánicos: baterías, motores eléctricos, neumáticos, sistemas de frenado o climatización, entre otros. Gracias a estos modelos virtuales, es posible monitorizar el estado del vehículo en tiempo real y anticiparse a posibles fallos mediante técnicas de mantenimiento predictivo. Esto supone una mejora notable en fiabilidad, reduce los tiempos de parada por averías y optimiza el uso de recursos y energía.
Uno de los aspectos más innovadores del proyecto es su enfoque en el conductor. A través de sensores y algoritmos específicos, se está desarrollando una tecnología que permite analizar en tiempo real el estado físico y cognitivo del conductor, detectando signos de fatiga, estrés o distracción.
Este tipo de información resulta clave para aumentar la seguridad y adaptar el vehículo al comportamiento del usuario. Además, el proyecto contempla la creación de programas de entrenamiento cognitivo que ayuden a los conductores a gestionar mejor situaciones de presión o carga mental, muy habituales en entornos urbanos con tráfico denso.
Este proyecto es un ejemplo de cómo la innovación digital puede dar respuesta a los retos actuales de la movilidad eléctrica. No se trata solo de cambiar el tipo de propulsión, sino de concebir el vehículo como una plataforma inteligente, capaz de aprender, adaptarse y ofrecer mejores condiciones.
Para CT Ingenieros, participar en Ecomovil’23 es una muestra clara de su compromiso con el desarrollo de soluciones tecnológicas que impulsen la transición hacia una movilidad más limpia, segura y eficiente. A través de la ingeniería basada en datos, la creación de gemelos digitales y el enfoque en la seguridad del conductor, CT contribuye activamente a un modelo de transporte más inteligente, sostenible y centrado en las personas.


